La llegada del invierno o de una helada inesperada en primavera puede poner en riesgo meses de trabajo en el campo. Los agricultores saben que unas pocas horas de temperaturas bajo cero pueden arruinar una cosecha entera. Frente a este problema, las velas antiheladas se han convertido en una solución eficaz, económica y sencilla de aplicar para proteger cultivos sensibles como frutales, viñedos u hortalizas.
¿Qué son las velas antiheladas?
Las velas antiheladas son recipientes metálicos llenos de parafina o ceras vegetales especialmente formuladas para quemar lentamente, generando calor durante varias horas. Al encenderse, elevan la temperatura ambiente en el área inmediata y crean una ligera capa de aire cálido que ayuda a evitar la formación de escarcha o hielo en las plantas.
Principales ventajas de las velas antiheladas
✅ Protección directa y controlada
Una de sus mayores virtudes es su capacidad de generar calor directo en zonas concretas. Esto permite al agricultor proteger áreas sensibles del cultivo según su distribución y orientación, de forma estratégica.
✅ Fácil uso y transporte
Las velas antiheladas no requieren instalación eléctrica ni maquinaria especializada. Se encienden manualmente, una por una o en grupos, y su formato compacto permite colocarlas incluso en terrenos de difícil acceso.
✅ Larga duración y bajo mantenimiento
Cada vela puede arder durante 8 a 12 horas, dependiendo del tipo y tamaño. Esto proporciona una protección prolongada durante toda la noche, momento en el que suelen producirse las heladas más dañinas.
✅ Solución sostenible y reutilizable
Muchas velas actuales están fabricadas con ceras vegetales biodegradables o parafina de bajo impacto ambiental. Además, los envases pueden recargarse y reutilizarse en campañas sucesivas, reduciendo costes y residuos.
✅ Compatible con otras técnicas
Pueden combinarse con otras estrategias antiheladas, como el riego por aspersión, ventiladores o túneles térmicos, reforzando su efectividad en condiciones extremas.
¿Dónde y cuándo usarlas?
Las velas antiheladas son ideales para cultivos de alto valor como:
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Viñedos (especialmente en zonas donde las heladas tardías dañan las yemas)
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Frutales de hueso y pepita (albaricoques, melocotones, manzanos, perales)
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Cítricos jóvenes
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Hortalizas sensibles al frío
Se recomienda tenerlas preparadas en primavera (marzo-abril en muchas zonas de España) y durante el otoño si se cultiva en zonas de altitud o clima extremo.